Shama de Madagascar (Copsychus albospecularis) – Elegante y lleno de encanto, este pequeño cantor de cola erguida anima con gracia los senderos del jardín ornitológico del hotel-restaurante Au Bois Vert, a pocos pasos del aeropuerto internacional de Antananarivo.
¿Qué aspecto tiene?
El shama de Madagascar tiene un plumaje negro brillante en el macho, con un contraste marcado por un parche blanco en el hombro. La hembra, en cambio, es más discreta, de color gris parduzco con tonos rojizos en las alas. Su silueta esbelta y su larga cola crean un contraste elegante.
Su canto o su grito
El shama de Madagascar canta en breves secuencias rítmicas, mezclando trinos cristalinos con llamados secos. Un repertorio rico y variado que despliega a lo largo del día en el jardín.
Una anécdota o un hecho curioso
El shama de Madagascar comparte un talento sorprendente con sus primos asiáticos: puede imitar ciertos sonidos que escucha. Una capacidad que hace que sus vocalizaciones sean aún más ricas y fascinantes.
¿Dónde y cuándo podrá verla en su jardín?
Se le puede observar temprano por la mañana y al final de la tarde, cerca de los matorrales y bosquecillos. Le gusta cazar bajo los arbustos del jardín, a menudo alrededor del restaurante y las terrazas de Au Bois Vert.
¿Por qué ama nuestro jardín?
El shama de Madagascar encuentra aquí todo lo que necesita: sotobosques densos para esconderse, zonas húmedas para alimentarse, algunos claros de césped para moverse y, sobre todo, una gran abundancia de insectos. Entre el hotel, el restaurante y los rincones más tranquilos del jardín, se siente como en casa.
Consejos para observarlo
Colóquese discretamente cerca de los macizos de flores, temprano por la mañana o al final de la tarde. Con un poco de paciencia y unos binoculares, probablemente verá moverse su larga cola en la sombra del sotobosque.