Bulbul de Madagascar (Hypsipetes madagascariensis) – Una estrella local con una cresta reconocible, este bulbul ágil y ruidoso se desliza entre las ramas del jardín, alegrando nuestro jardín ornitológico por su presencia. Un verdadero símbolo de la naturaleza urbana malgache, muy cerca del aeropuerto.
¿Qué aspecto tiene?
El Bulbul de Madagascar se reconoce por su plumaje gris oscuro en el dorso, más claro en el vientre, así como por su pico de un vivo color naranja y sus patas amarillentas. Un pequeño penacho despeinado adorna su cabeza, dándole un aire algo travieso. Con sus ojos rojo oscuro y sus 24 cm de longitud, ¡no pasa desapercibido en nuestro jardín!
Su canto o su grito
El Bulbul de Madagascar nos deleita con sus notas claras, a menudo repetidas en serie y a veces prolongadas con suaves trinos. Una pequeña melodía matutina que da vida al jardín del lodge desde las primeras luces del día.
Una anécdota o un hecho curioso
Astuto y oportunista, el Bulbul de Madagascar adora merodear alrededor del restaurante en busca de sobras. Basta un momento de distracción y ¡zas!: puede venir a robar un bocado de su plato.
¿Dónde y cuándo podrá verla en su jardín?
El Bulbul de Madagascar es un visitante habitual del lugar: se le puede ver desde el amanecer en los árboles frutales que rodean el lodge. Presente durante todo el año, se muestra especialmente activo entre las 6 y las 10 de la mañana, a menudo atraído por el bullicio alrededor del restaurante.
¿Por qué ama nuestro jardín?
El Bulbul de Madagascar encuentra aquí todo lo que le gusta: bayas en abundancia, insectos para picotear y frutas tropicales a su antojo. Los arbustos variados le ofrecen refugio… ¡y nunca dice que no a las sobras olvidadas en el restaurante!
Consejos para observarlo
Para tener la oportunidad de verlo de cerca, siéntese tranquilamente cerca de las frambuesas o en los rincones sombreados del lodge. Hable en voz baja, saque sus binoculares… y si quiere atraerlo, ofrézcale frutas bien maduras en lugar de restos de comida.